miércoles, 4 de junio de 2008

RICARDO LEVENE, PATRONO DE NUESTRA ESCUELA Y LAS RAÍCES DE NUESTRO BARRIO

Dijo el Dr. Ricardo Levene, patrono de nuestra escuela:


“Quien no conoce su historia no sabe de dónde viene ni adónde va”.


Nuestra identidad es un vínculo que nos une a un origen, a una familia, a una comunidad, a un barrio, a una ciudad y a un país con características propias, con valores, con costumbres, que nos hacen únicos e irrepetibles.
Afianzando nuestra identidad y sentido de ciudadanos en los niños, contribuimos a forjar con esperanza un futuro más prometedor, donde el amor a la tradición y la potenciación de los valores y virtudes, nos fortalezcan para seguir adelante como personas responsables de la construcción de la historia.

¿Cómo motivamos a los chicos?

A través de un cuento que narra el surguimiento de “Super Luganito” un héroe barrial ecológico que ayuda a los niños a cambiar situaciones de injusticia social y de problemáticas ambientales que se viven en el barrio: la tala indiscriminada de árboles, los basurales, la falta de trabajo, el abandono de los animales, la contaminación de las aguas, las enfermedades que se generan por su causa, los desperdicios y desechos tóxicos de las fábricas, la polución del aire y sus consecuencias sobre la comunidad, etc.


Villa Lugano: Mi Barrio

Cuando uno es chico, ve las cosas grandes, nuestros padres parecen gigantes a quienes tenemos que mirar torciendo el cuello para arriba. Vemos a los árboles parecidos a monstruos de mil brazos estirando sus manos hacia el cielo. Ni hablar si una rama roza nuestra ventana una noche de tormenta, truenos, relámpagos, zumbido del viento y vos escondido bajo las sábanas sintiendo cada vez más cerca las garras del despiadado alienígena. Es ahí cuando corremos a la cama de nuestros padres y nos ocultamos entre sus cuerpos calentitos y por fin perdemos el miedo porque sabemos que allí nadie podrá encontrarnos.
Un día domingo, después de comer, fuimos con papá a la cancha de Boca y cuando ya casi llegábamos le pregunté:
–¿Dónde estamos?
–En La Boca –me contestó papá–
–¿En la boca de quién?
Papá me explico que ese barrio se llama La Boca, y que por lo general, los barrios llevan el nombre de algo que los caracteriza, y allí se encontraba la boca del Riachuelo. Entonces volví a insistir:
–¿Y dónde están los dientes del Riachuelo? ¿Por qué hay olor a podrido? ¿No se los lava después de comer?
Creo que papá no sabía dónde estaban, por eso sólo me sonrió. Quizá tenía miedo de que me masticaran. ¿Quién sabe?
Fue entonces cuando llegamos a la Bombonera. Durante todo el partido papá no dejó de gritar, saltar y decir un millón de barbaridades contra el referee y el equipo contrario que no les puedo contar, pero que le salen de la emoción. Mientras tanto no dejé rincón sin revisar, el piso, el techo, debajo de las sillas… Busqué bombones en cada recoveco y nada, ni uno solito. Semejante bombonera y ni un minúsculo bocadito de dulce de leche. Y bueno, tuve que conformarme con un pancho y una gaseosa que me compró papá.
Al regresar le pregunté para no quedarme con la duda:
–¿La boca del Riachuelo come mucho? – Papá me miró y pegó una carcajada–
–No, hijo mío, todavía no entendiste que La Boca es un barrio como Mataderos.
–¿Mataderos?
–Sí, el barrio de Mataderos lleva ese nombre porque matan a las vacas que vos comés.
Imagínense mi horror, de la manera que vengo a enterarme que como carne de animales muertos desde hace seis años. ¡Esto fue lo máximo para mí, la realidad supera la ficción!
Me puse re-mal, no lo podía entender…
Papá, para calmar mi angustia, me invitó a pasear por otros barrios y entonces me llevó hasta Caballito, pero parece que no tuvo suerte porque no pudimos encontrar ninguno para montar. También me pareció un poco difícil que pudieran galopar entre tantos autos, pero bueno, no le dije nada para no quitarle el entusiasmo.
Seguimos por una avenida muy ancha y llegamos Flores y le pedí si podíamos bajar a cortar algunas florcitas para mamá. En el camino no encontré ningún
campo. Papá dijo que no había campos, sólo puestitos para comprarlas.
Cuando llegamos a casa le dí un beso inmenso a mamá, le entregué un precioso ramo de osas amarillas y le conté todo lo que había aprendido mientras tomaba una chocolatada fría. De repente se me ocurrió preguntarle:
–¿Por qué este barrio se llama Lugano?
Mamá se quedó muda por un momento, pero luego suspiró:
–Ah! Juancito, no me lo vas a creer, pero aquí vive un famoso Superhéroe llamado Luganito, es chiquito, inteligente y preguntón como vos. Vive en los árboles, pero no se puede ver fácilmente ya que su traje es camuflado y se confunde con el verde de las hojas. Si algún día lo ves guiñale un ojo, él te responderá con un super saludo luganiense. Y no le digas a nadie que él está allí porque su objetivo es luchar contra los que destruyen el medio ambiente.
Por ello, si ves a alguien cortar un árbol, tirar basura donde no corresponde, contaminar el agua, el aire o el suelo, no lo dudes, gritá ¡Superluganito, Superluganito! Y él acudirá en tu ayuda.
Después de que mamá me contó esto, me sentí orgullo de saber que nuestro barrio tiene un ser que lo protege, y que enseña a los niños a amar la naturaleza. Creo que por ello Lugano tiene tantos espacios verdes.
Ahora cada vez que escucho las ramas golpear mi ventana cuando hay tormenta, miro a través del vidrio y lo busco para guiñarle el ojo o prestarle un paraguas para que no se moje, y de paso darle las gracias por todo lo que hace por nosotros.

Alejandra Rocha

23 DE JUNIO: VISITAMOS LA CASA DE NUESTRO PATRONO RICARDO LEVENE Y ENTREVISTAMOS A SU NUERA CAROL.

El pasado 23 de Junio las docentes: Ester Sedeño- Docente de 5º Grado A y C y la Docente Coordinadora Escolar de Tecnologías - INTEC Primaria: Adriana Rita Converso visitamos la CASA - HOY MUSEO DE RICARDO LEVENE nuestro PATRONO de la ESCUELA 14 DE 21 en el barrio de VILLA LUGANO.
Nos recibió su nuera CAROL LEVENE, quien nos mostró toda la casa y nos agasajó con un rico té.
Aprovechamos para conversar de RICARDO LEVENE.
Aquí le mostramos su CASA y colocamos también la ENTREVISTA que le realizamos.








Gracias por su disponibilidad y por su tiempo CAROL LEVENE.


Ester y Adriana - Docentes Escuela 14 DE 21